
¡¡¡Muchas felicidades en este nuevo año 2010!!!

Entonces en una sociedad democrática debe existir una estructura de medios de comunicación que sea plural, que refleje distintos centros de opinión, distintas posibles verdades que correspondan a la diversidad de opiniones de los ciudadanos, pero, en un régimen autocrático, autoritario, existen estructuras mono céntricas de comunicación, es decir, no existe Opinión Pública en un régimen autocrático, solo existe Opinión Personalista.
Correspondiendo entonces a estas ideas, examinemos la influencia de la opinión publica en las relaciones públicas de nuestra universidad peruana.
Hoy en día, la imagen pública de nuestras universidades es muy pobre frente a la sociedad, ya que lejos de que sus acciones se reflejen en el bienestar de la sociedad, solo evidencian el constante olvido de parte de los docentes universitarios. Tal olvido se percibe más en universidades de provincia. Es por ésto que cuando salieron en marcha para exigir la homologación ya aprobada por el gobierno de Toledo, la población no entendió ni respaldó tal protesta. Por el contrario, la población se veía afectada ya que sus hijos no estudiaban a causa de los reclamos de los docentes universitarios.
Similar situación ocurre con la participación de la universidad en los proyectos regionales, a falta de los cuales, el dinero retorna con increíble frecuencia al Ministerio de Economía. No existe pues, una posición clara de parte de nuestras universidades en tomar acciones a favor de la sociedad, siendo que le corresponde esta función, ni un diálogo permanente con el Gobierno Central o Regional para dar solución a los problemas económicos, culturales y sociales de nuestras regiones.Hay interés sin embargo por llamar la atención de la sociedad sobre aspectos técnicos que la sociedad no ve ni verá con inmediatez. La comunicación es escasa y pobre, ya que no existe espacio alguno donde la sociedad pueda expresarse directamente para hacer llegar sus inquietudes al sector universitario, y éstos tampoco tienen espacio donde la sociedad pueda escucharlos. Pero, ¿qué podrían decir?, desconocen el rol que les toca cumplir y la necesaria interacción mutua hacia el bienestar común.
En una sociedad democrática es necesario imponer la regla de la “publicidad”; es decir, es necesaria la publicidad de las deliberaciones y las decisiones (visibilidad, cognoscibilidad, accesibilidad) para que la Opinión Pública pueda debatir y criticar, de esta manera, los actos y decisiones del gobierno. La universidad como productora de los intelectuales que promuevan estos espacios públicos de debate no cumple tal función. Ni docentes ni estudiantes crean estos espacios y si los hubiese no los utilizarían más que para defender intereses propios y del momento. No se observa, ni se critica, ni se debate sobre la actuación del Gobierno Central o Regional, ni lo que este podría hacer a favor de la sociedad.
Si para que exista Opinión Pública es necesaria una serie de libertades fundamentales que caracterizan a la Democracia, que dependerá en su forma y contenido del grado de conciencia ciudadana de los miembros de la sociedad, notaremos que tal situación no es posible, en donde una mayoría poblacional desconoce tales libertades, como lo ejemplifica bien nuestra universidad.
En un Estado con régimen democrático donde se concentra y monopoliza los medios de comunicación, surge la imagen de un Estado autoritario. Este surgimiento no es culpa o producto directo del mismo sector público, sino de la sociedad y de los ciudadanos miembros de ella, que permiten tal arbitrio de poder; esto es entonces, no un Estado autoritario, ya que por naturaleza todo Estado tiende a la concentración del poder, sino en una sociedad cuyos miembros toleran las decisiones autoritarias, una sociedad de hombres, pero no de ciudadanos. Ésta es la realidad de nuestras regiones y nuestra universidad, así como la sociedad que da origen a la realidad de ambas.
La universidad percibe a los medios como instrumentos de mantención de poder, pero no como promotora de los grandes espacios de debate que requiere esta sociedad para despertar del sueño que lo mantiene en la ignorancia.
En conclusión, hay mucho por realizar en torno a nuestra sociedad desde la universidad. En Lima, si bien es foco de varias realidades, permite al menos el intercambio de ideas aunque la mayoría prefiera lo espectacular y escandaloso. Pero, la realidad regional es más catastrófica aún. Nos guste o no, nuestras universidades están destinadas a liderar la Opinión Pública, pero ¿cuándo se animarán a ello?.
Solo amando la paz es posible convertirla en el ideal de un pueblo. La política de la no violencia propuesta por Gandhi solo puede provenir de seres en cuyo interior buscan la paz. La paz no se impone, y mucho menos se mantiene por tratados, promesas, palabras, o por la fuerza. La paz viene de la comprensión de la naturaleza de los hombres, del fin trascendente que los une, del reconocimiento y corrección de los propios errores. Solo es posible manejar la energía de la paz a través de la unidad y de la no violencia.
Perú no se arma, pero esta actitud no le hace pacífico necesariamente. Simplemente, en lugar de elegir “invertir en armas”, se ha preferido “invertir en acciones contra la pobreza” y se asegura “a favor del pueblo”. Afirmación que algunos peruanos creerán y muchos otros cuestionarán.Convocar a esta marcha de parte del gobierno a través de tres de sus representantes femeninas, ninguna de ellas “expresión de paz”, crea un halo de “show” a un acto que debiera ser significativo para todos los peruanos y que sin embargo no lo es. ¿Para quién entonces tiene significado esta supuesta “Marcha por la paz”?.
Caminar juntos en nombre de la paz significa acoger a todas las posiciones políticas, ideológicas, sin distinción de sexo y de edad, donde todos los peruanos se preocupen por el futuro del ser humano, por reivindicar su dignidad. Paz supone vivir con serenidad, con derechos y deberes para todos los ciudadanos, con educación, con un trabajo digno, donde los ancianos sean considerados con justicia, donde la libertad de opinión se respete.
Utilizada esta ocasión para medir la aceptación de algunos personajes, se suman a ella alcaldes distritales de Lima, gremios sindicales y organizaciones sociales como los comedores populares y los clubes del programa de Vaso de Leche. De pronto, ya no es por la paz, sino por el “patriotismo nacional”.
Aquí encontrarás otros referentes:
http://manuelcamasotelo.blogspot.com
http://www.proycontra.com.pe/2009/11/19/escandalo-en-examen-de-nombramiento.pro
http://www.ojo.com.pe/nota.php?nota_id=58454
http://www.cpnradio.pe/html/2009/11/16/2/4379.htm
http://edermundacalopez.blogspot.com/2009/11/denuncuan-negociado-en-prueba-de.html
http://www.radiouno.com.pe/index.php?option=com_content&task=view&id=12718&Itemid=27
http://sanignaciomundo.blogspot.com/2009/11/el-inei-elaborara-el-examen-de.html
Espionaje es la práctica y conjunto de técnicas utilizadas para obtener información confidencial. Históricamente, las técnicas más usadas son el soborno y el chantaje. También la infiltración es una de las más conocidas; por el cual, se utilizan personas “topo”, los que después de ganarse la confianza de quienes poseen y manejan la información, acceden a ésta.
El uso de “informadores” puede ser eficaz para quien espía como para quien es espiado. Es común que al ser descubierto, el “informador” se vea obligado a actuar conforme a los intereses del espiado. La contrainteligencia, actividad de evitar que el enemigo obtenga información secreta, mediante la desinformación es otra de las alternativas predilectas. Asimismo, el contraespionaje dirigido contra el sistema de espionaje de un enemigo, reclutando agentes en órganos de inteligencia extranjera, suele ser otro de los recursos de mejor acceso a la información. La selección de la técnica dependerá de quienes participan en este juego del espionaje, particularmente de la personalidad del “jugador”.
La mayoría de los gobiernos tienen organizaciones que satisfacen este papel. Mientras mayores sean los intereses que se buscan, mayor énfasis habrá en el espionaje y en otras acciones que acompañan a esta actividad.
Si examinamos fríamente el caso de Chile y Perú, considerando la personalidad de sus líderes, podremos entonces llegar a interesantes conclusiones.
Chile ha revelado ser más práctico, concreto e incluso muy inteligente al aprovechar las oportunidades que se le presentan. Suele proceder sin culpa con miras a un desarrollo y crecimiento deseado. Posee además una historia de dictadura, a la cual si bien critican, también agradecen, ya que ese pasado construyó su presente, pese al dolor de muchos de sus episodios históricos. Es un país pujante, pese a lo difícil de su ubicación; soberbio porque se considera europeo. De agilidad mental y de una cultura cada vez más libertina, son siempre más racionales que emocionales. No habrá peruano que se sorprenda del respeto a las normas que existe en Chile, del orden en sus ciudades y de su admiración por la cultura Europea.
Perú, por su parte, ha recibido calificativos diversos a lo largo de la historia. Algún psiquiatra hasta le consideró como un “esquizofrénico”, mientras algún otro le llamó “País adolescente”. Lo cierto es que no hay país más conflictivo que el nuestro al momento de esclarecer sus intereses. Por ello, nunca sabe bien lo que quiere. Es este un país con mucho ingenio y picardía, ingenuo y melancólico, frenético en el momento de defenderse cuando se siente lastimado, conservador y sentimental. Es pues, un país más emocional que racional. No habrá chileno que no se sorprenda de que aquí comamos tanto ají, seamos tan salameros y a la vez tan “puros” para ellos.
Apenas son tenues pinceladas para describir a estos dos países que protagonizan los encabezados de la prensa. Por cierto, ambos tienen medios de comunicación que se aúnan a los intereses ¿del pueblo o del presidente?.
La prensa chilena señaló que su presidenta Michelle Bachelet increpó al mandatario peruano Alan García por revelarse el caso del militar peruano que espiaba para Chile, Víctor Ariza, en pleno Foro de Cooperación Económica de Asia-Pacífico (APEC), en Singapur. La queja de Bachelet era que, de acuerdo a los medios sureños, Perú utilizaba los foros internacionales para afectar la imagen de Santiago. Meses atrás, en agosto, en la reunión de Unasur en Argentina, Alan García denunció “un pacto bajo la mesa” entre Chile y Bolivia por el tema marítimo y exigió que dicho acuerdo fuera revelado en el encuentro.
Mientras, a los generales peruanos no les cabe duda de que Chile se está preparando para la guerra. Son 2.000 millones de dólares que Chile ha invertido en armamento, desde que Michelle Bachelet llegó a la presidencia, realidad que da sustento a Perú. La flota de aviones de la Fuerza Armada Chilena es la segunda más moderna de Sudamérica, después de la de Brasil; su armada cuenta con dos submarinos Scorpene de última generación, fabricados en España y Francia. Las fuerzas terrestres poseen 342 tanques alemanes del tipo Leopard y sistemas de artillería AIFV de origen belga. El arsenal chileno está concebido para el ataque. La prensa peruana dio realce a estos “pequeños detalles sin importancia”.
En el aspecto mediático, Chile demostró ser muy hábil para vender una imagen de éxito al exterior. Por el contrario, en Perú, los medios no desprecian la oportunidad de divertirse con las propias torpezas llevando al extremo los aspectos más irrelevantes. Mostramos una imagen por lo general de “conflicto”. “País de maravilla y de peligro” piensa el exterior de “Perú”.
Veamos a los líderes de estos países hermanos:
Bachelet, dama prudente e inteligente, no tolera los escándalos y ninguna mancha en la imagen de Chile. Optó por el silencio. Olvidó que “quien se pica pierde” en el juego político. Mientras en comunicación, “la no respuesta es una respuesta”. Es natural, no está acostumbrada a los escándalos como en Perú. En tiempos de crisis, lo mejor es callar y esperar, hasta que se tenga “lo oficial”. Procedió con corrección. Aunque esa espera supone “negociaciones secretas”.
García, por su parte, caballero de buen ingenio y de inigualable astucia, con memoria fotográfica y de oratoria magistral, no olvidó las arremetidas de Chile. Decidió recurrir a sus mejores aliados: los medios de comunicación. “Quien golpea primero, golpea dos veces” y tal parece que su golpe fue eficaz. Perú es suceptible a Chile en provocaciones. Lo inevitable era actuar siendo los primeros en informar. Guardar silencio para este caso hubiera sido signo de debilidad. Expresiones como “Estos son actos repulsivos que no corresponden a un país democrático y que dejan muy mal la presencia de Chile ante el mundo”, “Si el avance económico del Perú genera temor y complejo y origina este tipo de comportamientos propios de una republiqueta y no de un país democrático, lo lamentamos”, “Quiero decirle a los peruanos que van en este acto de espionaje un homenaje a la grandeza y al crecimiento del Perú”, fue una forma elegante de dejar en claro a Chile quién tiene el control mediático.
Las capacidades de Chile y Perú se ponen de manifiesto. Uno con mayor poder económico que el otro. Uno que se arma y otro que no se arma, uno tiene claros sus objetivos, y el otro sigue “confundido”. Ninguno de estos pueblos quiere guerra, son los intereses de sus líderes los que están en juego. Fueran cuales fueran estos intereses, la guerra nunca será el camino del “justo”, solo de aquél que decidió ganar cierto “bienestar” a costa del dolor del otro. Por increíble que parezca, aún hay quienes piensan que el camino de la violencia es el único camino.
Chile y Perú son países hermanos. Tales "lazos de hermandad" son frágiles a lo largo de nuestra historia, porque Chile como vencedor en la Guerra del Pacífico asumió una deuda con el Perú, pues tal guerra no le correspondía. Estos lazos deberán fortalecerse, hay necesidad de "grandeza" por parte de ambos países.
Pero, el espionaje existe. Con el desarrollo de las nuevas tecnologías, existen técnicas que permiten obtener información objetiva como fotografías, conversaciones, etc. Tanto para el espionaje como para la protección de la información es necesario estar preparados. Preparados para asumir toda situación con inteligencia.
Queda claro que el Quipu no es aquel elemento a modo de ábaco que usaran los antiguos peruanos, tal y como se nos enseñó cuando éramos niños; pues para ello, se utilizaba la yupana donde se hacían las sumas, restas, multiplicaciones y divisiones. El Quipu es un medio de comunicación conformado por un sistema de nudos, cuya significación constituye un mensaje histórico, económico, político, religioso, legal, numérico, etc.
Huamán Poma de Ayala sostenía en sus crónicas que el Quipu era una carta. Por lo tanto, cada uno de los códigos que ofrece el Quipu representa una expresión gráfica, fonética, sonora, visual y táctil. El Quipu es pues la escritura más antigua del mundo.
Un Quipu consta de un cordel horizontal del cual penden varias cuerdas delgadas trenzadas, de diferentes tamaños y contienen grupos de nudos situados en distintos niveles. Servían los Quipus como registros de información contable, que durante los juicios de la época colonial y republicana, fueron la razón de que los Quipucamayocs, únicos conocedores de la decodificación del Quipu, pasaran a ser exterminados, a fin de favorecer al dictamen que convenía al interés español o particular republicano. De esta forma, también se destruyeron los Quipus por orden del Virrey Toledo.
Se asegura que este sistema de comunicación podía ser comprendido, por lo tanto, interpretado o decodificado, por pobladores que hablaran diferentes lenguas, ya que los códigos empleados en el Quipu son permanentes y convencionalizados, similar a los jeroglíficos de Egipto. Únicamente, claro está, habría que aprender a utilizar estos códigos, pudiendo ser utilizados por quien hablara quechua o aymara.Lo que no deja de ser sorprendente es que en nuestra historia existió “escritura” o “medio de comunicación” desde nuestros orígenes, que ha ido evolucionando con el tiempo, permaneciendo por su utilidad práctica hasta que su existencia representó un peligro para los intereses de la época. Estamos hablando de más de 6 mil años de antigüedad. Nos quedan unos 600 o 700 quipus rescatados, material que se encuentra en estudio para llegar a una decodificación completa.
¿Cuánta información podríamos recibir de un Quipu si supiéramos interpretarlo?. Representaría un gran logro para el Perú y de hondo significado para ser justos con nuestro pasado histórico.