Un Blog sobre comunicación, mensajes y medios.

miércoles, 18 de agosto de 2010

REALIDAD DE LA COMUNICACIÓN CON SORDOMUDOS

En nuestro país, en muy pocas ocasiones, se habla de la realidad de nuestros sordomudos. Con esta discapacidad, un buen número de peruanos ha de votar en las futuras elecciones municipales y regionales; sin embargo, ¿cuántos candidatos les ha considerado en sus propuestas políticas?, la respuesta salta a la vista.
Muchos de ellos están aislados de todo sistema comunicativo, mientras otros han desarrollado una comunicación a base de señas que conforman un mundo nuevo. Explorar este mundo en el cual viven nuestros sordomudos es aleccionador. Pero, esto no sería posible si alguien no nos llevase de la mano por él, singular sin duda y en apariencia complejo, el cual todo peruano debe conocer y apreciar.
Cuando a nuestra familia llega un bebé con esta discapacidad no tenemos por qué asustarnos y, si la sordera llegó a una edad posterior a haber conocido los fonemas, se tendrá cierta ventaja sobre quienes nacieron con ella. Ser mudo se debe más a no haber conocido los sonidos que a ser una discapacidad en sí misma.
Así fue como Luz llegó a este mundo en un pueblito remoto, distante de centros médicos especializados, en Chosecani, distrito de Pomacanchi, provincia de Acomayo, Cusco. Como todo bebé normal se expresaba con llanto cuando requería atención, pero nada fue más perturbador cuando no emitía sonidos al procurar enseñárselos su madre. Fue entonces que supo que su pequeña era sordomuda, pues esto ya le había ocurrido anteriormente con otra de sus hijas. Con tres hijos varones y tres hijas mujeres, solo dos de sus hijas tenían esta discapacidad.

Sin saber qué hacer, optó por lo más sencillo: hacer con ella lo mismo que con la anterior, nada. Sería la misma madre con sus hijas como con sus hijos, de tal forma, que aprendieron a pastorear y a cultivar el campo, como suele hacerse en las comunidades andinas de nuestro Perú. Hasta que un día, la hija mayor que tenía esta discapacidad, trajo al mundo a un pequeño varón sordomudo, entonces sí que cundió el pánico en la familia y por primera vez hubo interés de ver cómo se le podría ayudar. Eran los años 80 y aún se privilegiaba culturalmente al varón.
Tras averiguaciones lograron contactar con una religiosa de cuya congregación desconocen el nombre, pero a través de ella, la educación del pequeño fue posible en la ciudad del Cusco. Por cierto, hay congregaciones católicas que brindan este gran apoyo a la educación de niños sordomudos. Se llevaron al pequeño primero al Cusco, luego Lima y finalmente vuelta al Cusco. En muchos años no le vieron.
Un tiempo después, se uniría a aquel pequeño, la también pequeña Luz para recibir educación. Ambos estudiaron el lenguaje de señas y la lectura de labios y recibieron sus clases como cualquier otro niño. Tal educación solo fue posible hasta la secundaria completa. Poco después serían insertos en una sociedad que no los comprendía ni aceptaba totalmente.
Es difícil realmente dar continuidad a una experiencia educativa sin el apoyo del Estado y existe por otra parte muy poca información sobre ella. Es por ello que, por lo general nuestros sordomudos se relacionan generalmente entre ellos, quienes sin guía y orientación alguna construyen historias diversas, pero ajenas al contexto de la gran mayoría.
Consciente de ello, Luz decidió insertarse en el mundo laboral con amigos que no son sordomudos, con quienes comparte su día a día. Pero, además, recibió un día en su casa a los Testigos de Jehová, quienes manejaban el lenguaje de señas y dialogaron con ella con la facilidad necesaria para que también pudiera expresarse en su totalidad. Se hicieron buenos amigos y por fin contaba ella con guías que pudieran orientarla en el contexto en el que vivía.
De esta forma, acompañé a Luz desde que llegó del Cusco a la ciudad de Lima. Era la primera vez que viajaba por avión. Con gran anhelo redacté su nombre a modo de letrero para que nos viera a quienes la esperábamos en el aeropuerto. Allí estaban su hermano y su tía. Se sintió feliz de vernos y la invité a pasar aquel día en mi casa como mi invitada. Aquella tarde y noche dialogamos, ella en lenguaje de señas y yo con las señas inventadas –un tanto exageradas– para la ocasión, pues para todo comunicador es posible comunicarse poniendo siempre gran atención en el mensaje que queremos dar, para no confundir en lugar de aclarar. Algunas veces, sin embargo, ella me enseñaba. Era de gran utilidad además el que ella supiera escribir muy bien.
Todos pensábamos que había venido de vacaciones, ella no se había expresado mal, el problema éramos nosotros que no la entendíamos bien, hasta que insistentemente recurría al signo de iglesia. Entendí mejor cuando al acompañarla a donde deseaba ir, se trataba de una Asamblea Nacional de los Testigos de Jehová, en el cual se reunían sordomudos de todo el Perú. En tal asamblea que duró tres días los discursos, inclusive los cánticos, fueron en lenguaje de señas. De pronto, en aquel instante, al dar inicio a la asamblea, sentí lo que seguramente sienten nuestros sordomudos en medio de nuestra propia realidad, me sentí una completa analfabeta en aquel lenguaje.
Gracias a la instructora de Luz que se expresaba oralmente y que me servía a mí de intérprete, pude comprender un buen número de códigos en extensas oraciones y luego repetía cada seña imitando al que daba el discurso para ir añadiéndolos a mi memoria. Luego de un par de horas, todo fue más fácil hasta no necesitar intérprete. Podía entender, mas no expresarme en el mismo modo. Fascinante experiencia. Supe entonces que Luz es pastora y que predicaba. Asimismo, que los Testigos de Jehová han brindado sus enseñanzas a todo hermano sordomudo que han hallado en su camino y le han integrado a una sociedad en la cual se habla de Dios con la esperanza de que él se convierta en su guía.
Luz había hallado su camino en medio del caos del mundo y lo había hecho sola sin ayuda de nadie, sorprendiendo a propios y a extraños. Su valentía e ingenio son de gran ejemplo para muchos otros. Solo la tecnología del internet le ha sido ajena hasta el momento, pero seguramente la aprenderá pronto, pues es un medio que permite a todos insertarse en el mundo seas parlante o no. Luz ha vuelto a casa, a la ciudad que ama: Cusco. La acompañé al aeropuerto y personal de la línea aérea la ayudó para recorrer la vía interna hasta subir al avión. Sólo podían acompañarla, mas no hablar con ella o entenderla, por lo cual, fui yo quien le expliqué los pasos que seguiría estando acompañada. Inevitable: ¡Cuánta falta hacen los intérpretes!
Si te ha tocado vivir junto a un sordomudo, sea porque es tu madre o tu padre, tu hermana o hermano, tu hija o tu hijo, no los escondas o encierres o trates como si su discapacidad fuera un mal incurable, otórgales el bien de salir al mundo y que sean lo que quieran ser, pues no son diferentes a ninguno de nosotros, el único límite es el que impone la comunicación. Puede sorprendernos, pero actualmente todavía muchos peruanos proceden de un modo cruel pretendiendo ignorar a quienes estando a su lado, seres maravillosos, desean sólo comunicarse con nosotros.
En Lima, tenemos el Centro de Educación Básica Inclusiva nivel inicial y primaria República Dominicana, institución educativa dedicada a las personas con discapacidad auditiva ubicado en la Calle Clavero y Muga Nº 103, Urbanización Los Cipreses, Lima. Entre las congregaciones católicas que brindan educación a sordomudos están las Hermanas Franciscanas de La Inmaculada. En todo caso contacten con su párroco para que les brinde la ayuda necesaria en el lugar en el que se encuentren. Si no, pueden también recibir a los Testigos de Jehová que gratuitamente les enseñarán el lenguaje de señas.
En cuanto a la educación superior, tenemos a la Universidad Gallaudet en Estados Unidos, exclusiva para sordos. En Latinoamérica, la Universidad Nacional de La Plata cuenta con intérpretes en lenguaje de señas contratados por carrera. En nuestro país, es posible estudiar en San Marcos, la discapacidad no es un límite. Recuerdo a un compañero de estudios en la Facultad de Letras y Ciencias Humanas, su discapacidad era la ceguera, estudiaba a través del método Braille. Hacen falta centros educativos especializados o que nuestras universidades cuenten con intérpretes.