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miércoles, 20 de enero de 2010

LAS ENCUESTAS EN CAMPAÑA ELECTORAL

En un escenario donde la campaña electoral se va tornando cada vez más importante, las encuestadoras suelen discutir con sus críticos sobre el cómo ellos obtienen datos crecientes en torno a determinado candidato, sin evaluar entre otras cosas el sentir de la población tomada para el estudio.

Quienes sostienen que los gobiernos no cuentan con las preferencias de los ciudadanos, sea en forma parcial o total, aseguran que la población en estudio no tiene los conocimientos suficientes para convertirse en el indicador esperado por cada partido político participante. Mientras, los defensores de las empresas encuestadoras optan por no enfocarse en el fondo del cuestionamiento, sino en los efectos minimizados por la inmediatez de los datos obtenidos, válidos solo para el momento.

Las encuestas políticas se crearon con el fin de conocer las necesidades de los votantes. Con el tiempo, se convirtieron en indicador persuasivo e instrumento de confianza en las contiendas electorales. Este último aspecto, frente al alto consumo y uso de parte de los candidatos políticos, asumió un costo particular: la escasa credibilidad de las encuestas, provengan de donde provengan. Esta situación responde a que el político es considerado un producto y la comunicación política en una red de mensajes cuyo propósito es captar el mayor número de votantes.

Aún muchos candidatos creen que la gente se cree todo lo que se publica, se oye y se ve. ¿Ingenuidad? Los comunicadores no podemos olvidar que todo mensaje será creíble en la medida en que nuestros receptores (población) quieran creer en ella. Si no les tomamos en cuenta, pecamos de omisión a la realidad.

En el juego político, se ponen sobre mesa los intereses personales de los candidatos, quiénes le rodean, el partido al que representa y el asidero de simpatía en la población. Es por ello, que mientras menos se sepa del candidato, mejor será el diseño de imagen a proyectar. Por el contrario, muy conocido, ya el electorado sabrá a qué atenerse. Borrar lo conocido y reiterado de la imagen de un candidato en campaña electoral es esfuerzo vano.

Recordemos que en la última campaña para el período actual, la elección lejos de ser por el mejor candidato, ésta fue por el “menos malo” de los ya tan conocidos personajes políticos en contienda, pues la gente reconocía que “todos eran malos” y se eligió al que mejor representaba ese sentir de la población.

¿Qué estrategia utilizar? Mientras más activa la cultura de un partido político, mayores serán sus posibilidades de ensayo para determinar la estrategia adecuada, y si este Partido fue ganador alguna vez, que nunca olvide lo que le llevó al éxito.

Los tipos de encuestas políticas

1. Encuestas de evaluación o monitoreo de gestión: Estudios de repetición periódica, cuyo objetivo es obtener información sobre la percepción de la opinión pública sobre el gobierno, acciones gubernamentales, tomas de decisión, etc. Las encuestas aplicadas pueden utilizar las mismas preguntas si lo que se quiere es monitorear los cambios de opinión.

2. Estudios de imagen de personalidades de gobierno: Estudios cuyo fin es evaluar la percepción pública de un funcionario, dirigente político o autoridad pública, en cuanto a sus características y en comparación con otros personajes de la política.

3. Encuestas preelectorales: Se tienen:

a) Imagen de candidatos.- Se evalúa una lista de varios aspirantes a cargos públicos: si la gente los conoce o no, hasta dónde lo conocen, qué saben de él, cuales son las características que perciben en él (honestidad, firmeza, experiencia, formación, etc.).

b) Intención de voto: son estudios rigurosos previos a las elecciones en los que se hace el mayor esfuerzo por obtener información objetiva sobre las preferencias del voto. Bien realizadas son una herramienta fundamental y privilegiada para cualquier candidato.

c) Encuestas a boca de urna: son aquellas que se realizan el mismo día de las votaciones en las afueras de los lugares de sufragio.

Indicadores de una mala encuesta de opinión

Para establecer si la calidad de una encuesta es buena o mala, tengamos presente los siguientes indicadores (Obtenido en http://encuestasdeopinion.blogspot.com/2009/08/las-malas-encuestas-como-identificalas.html):

1) No se dice qué consultora, instituto u organización realizó la encuesta o sondeo.
2) No se indica qué diseño muestral se empleó, nada dice sobre la manera de selección de los encuestados, fundamental para la representatividad de los resultados de la encuesta.
3) El cuestionario presenta preguntas mal formuladas, por ejemplo, preguntando sobre conductas, más que sobre opiniones. Las preguntas dan pocas alternativas de respuesta, no miden lo que pretenden medir o presentan sesgo evidente ("qué es lo mejor que ha hecho el gobernante X, la acción a, la acción b o la acción c", no brindándosele la posibilidad al encuestado de opinar que no existe nada "mejor" o bueno que haya hecho el gobernante en cuestión. Este tipo de preguntas es frecuente en las encuesta políticas malas.
4) La encuesta es telefónica y al azar. Estas encuestas no son representativas y rara vez son generalizables los resultados de la encuesta a la población. Solo son un indicador, como algunas encuestas periodísticas (algunas pocas).
5) Se presentan resultados sin especificar la pregunta o las preguntas del cuestionario atinentes al tema. Se omiten opiniones significativas divergentes.
6) Los datos presentados con decimales revelan la inexperiencia de quien realiza la encuesta de opinión.
7) No se entiende. La falta de claridad expresa falta de intelección del proceso de investigación de las opiniones involucradas; no se sabe bien qué es lo que se ha hecho y qué es lo más relevante.
8) Es una mera descripción, trivial o casi trivial. En este caso, no se han empleado las herramientas metodológicas para explicar. La encuesta resulta inútil para explicar lo que no se observa, para brindar explicaciones profundas.
9) La encuesta la realiza una parte interesada. Por ejemplo, una encuesta política, electoral o de evaluación de gestión, etc., realizada por un partido político. Esto es muy sospechoso, los partidos políticos no son institutos de investigación, además revela improvisación y falta de profesionalidad, cuando no manipulación abierta.

Aquí encontrarás las encuestas políticas realizadas por el Departamento de Investigación del periódico Reforma durante 1999 y 2000. (Obtenido en http://politica.itam.mx/banco/banco.html)

Encuesta Pre-electoral



Encuesta de Evaluación



Encuesta Telefónica


jueves, 14 de enero de 2010

CUATRO MODELOS DE RELACIONES PÚBLICAS

Se dice que cuando se emplea científicamente un modelo, éste es una representación de la realidad. En este afán, la historia nos brinda sucesos que permiten vislumbrar cuatro modelos en Relaciones Públicas que se practican hoy en día y a partir de los cuales estableceremos las acciones a seguir, ya que cada modelo ofrece una forma de trabajo diferente acorde con la necesidad de la organización. Por lo tanto, estos cuatro modelos responden a diferentes propósitos.

El primer modelo propuesto es el de agente de prensa (publicity), realiza una función de propagación de información, en la cual están consideradas la propaganda, la desinformación y la manipulación, a través de las cuales se emiten informaciones incompletas, distorsionadas o verdaderas a medias. Pero que sin embargo, puede ser utilizada para determinados fines como por ejemplo vender entradas para una función teatral o un partido de fútbol, siendo una comunicación unidireccional, donde el público prefiere antes que la verdad, algo que llame su atención.

El segundo modelo, el de información pública, tiene el propósito de difundir la información, teniendo al relacionista público como un periodista que transmite al público información de la organización de forma objetiva, por el cual se informe abiertamente sobre todos los aspectos de la organización, sean estas positivas o negativas, ya que la verdad se ha de conocer tarde o temprano. La mejor opción en este modelo es dar a conocer inclusive lo que se considera secreto para la organización, superando al modelo anterior. Los ejemplos revisados en este modelo permiten un acercamiento a la importancia de la imagen de la organización a partir del conocimiento del público de los pormenores de ésta, donde el relacionista público muestra sin reparos lo que se le solicita y hasta invita a los medios a conocer la organización garantizando la veracidad de sus afirmaciones, logrando así la confiabilidad de su público.

El tercer modelo de relaciones públicas asimétricas bidireccionales tiene similitud con el modelo de agente de prensa (publicity), pero su propósito atiende a una persuasión científica, ya que investigan las actitudes y las conductas para persuadir a los públicos con el fin de que estos acepten el punto de vista de la organización y respalden ésta. En este modelo se puede apreciar la importancia del conocimiento del público en sus preferencias, en su modo de pensar y sentir, como en su deseo de actuar, ya que a partir de ello, se reforzarán las ideas que servirán a la organización para el logro de sus fines, sin importar realmente el cambio de la organización o del público. Aquí el relacionista público atiende al estudio del público solo para conducirlo por el camino que la organización requiere para mantenerse en su posición. Este modelo se servirá de los sondeos de opinión pública para justamente establecer los aspectos que la organización considerará en la construcción de su imagen.

La más loable sea quizá el propósito del cuarto modelo, el modelo simétrico bidireccional ya que los relacionistas públicos correspondientes a este modelo pretenden servir de mediadores entre las organizaciones y sus públicos, buscando la comprensión mutua entre ambos. Este modelo parte de los estudios que los profesores universitarios han realizado en busca de un modelo ideal, apropiado para el bienestar social común. Es por ello que, los relacionistas públicos han de utilizar las teorías de la comunicación en primer lugar a las teorías de la persuasión de masas, tomando en cuenta la importancia tanto de la organización como de su público, instando a ambos sobre un posible cambio, aunque este no se llegue a suscitar, pues la comprensión mutua ya establece una mejora en las relaciones comunicacionales entre ambos.

Resaltando el papel de la comunicación como herramienta principal en Relaciones Públicas, la naturaleza de la comunicación que se da entre la organización y los públicos es importante. En los dos primeros modelos, esta comunicación es unidireccional, comunicación que va de la organización a los públicos. La diferencia consiste en que el primer modelo no muestra una imagen completa de la organización, solo lo que la organización considera que debe mostrar; mientras que el segundo modelo pretende mostrar una imagen completa de la empresa considerando al público como un ente deseoso de conocer esta imagen de la organización, aún se tratase de aspectos que podrían perjudicar a la organización.

En cuanto a los modelos asimétrico y simétrico, la comunicación se da hacía y desde los públicos, es decir, es bidireccional. Podemos observar que en el modelo asimétrico los efectos de las relaciones públicas están a favor de la organización, con la finalidad de controlar al receptor, lo que se expresa mejor con el término “feedback”, en un esfuerzo de retroalimentación con la única finalidad de mantener el control sobre los públicos, por supuesto un mejor control que los modelos anteriores.

Y el modelo simétrico, que también responde a una comunicación bidireccional, donde la persuasión se da en la organización y en el público, a fin de que exista una comprensión de ambas posiciones aunque las actitudes no cambien.

Sobre estos dos últimos modelos, la investigación se convierte en la base fundamental que les da origen, ya que toma en cuenta a los públicos, en el conocimiento de sus actitudes, pensamientos y sentimientos. Entonces se realiza investigación a través de sondeos de opinión pública, investigación que son de dos tipos: La investigación formativa, que ayudará a planificar una acción y a elegir los objetivos; y la investigación evaluativa, que verificará si el objetivo se logró.

Se estima que alrededor del 15% de todas las organizaciones utilizan, hoy en día, el modelo simétrico bidireccional. Se practica con mayor frecuencia en grandes empresas públicas, empresas que han de evidenciar una conducta socialmente responsable a sus reguladores gubernamentales, así como en otras de diferente índole, como lo son las empresas de negocios.

Sin embargo, los cuatro modelos son de aplicación al mundo moderno para todas las organizaciones que existen en la actualidad. La elección del modelo adecuado para determinada organización responderá a las necesidades de ésta y a los fines que persigue. De la misma forma, todos los modelos pueden utilizarse en una misma organización cuando lo que se requiere en Relaciones Públicas es afrontar situaciones a los que estos cuatro modelos se ajustan bien.
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martes, 5 de enero de 2010

REVOLUCIÓN DIGITAL E INNOVACIÓN CULTURAL

Definitivamente, cada nueva tecnología crea una nueva cultura. Estamos engarzados en un constante cambio cultural, porque las innovaciones tecnológicas no se detendrán en el afán del hombre por conquistar ya no a la naturaleza, sino al hombre mismo. El sentido en que se mueve la tecnología ya no es pues el dominio de la naturaleza por las máquinas, sino el desarrollo de la información y la comunicación del mundo como imagen.

En este contexto, son considerados elementos de innovación, aquellos que las tecnologías aportan y que en su actuar van creando otras formas de presentar las informaciones diarias, como los formatos de pantallas y el uso de recursos multimedia, que hoy en día definen la competitividad entre las empresas de comunicación.

De esta forma, uno de estos elementos que aportan las nuevas tecnologías es su presencia virtual, es decir, su presencia en el ciberespacio. Otra, es la posibilidad de interactividad, donde el intercambio de roles de emisor y receptor se da en condiciones de igualdad. También se considera el hipertexto o hipermedia que es la construcción discursiva no secuencial. Finalmente, se incluyen los recursos de documentación o almacenaje de información.

Es claro, que conforme se vayan añadiendo nuevas tecnologías, los elementos que aporten sean nuevos también, superando a aquellos que existen hoy. Será gracias a la tecnología que no permaneceremos aburridos pues el ritmo lo marca el cambio tecnológico. Quien no vaya a ese ritmo caerá en el olvido de los beneficios y las oportunidades que el mundo que hemos creado nos otorga.

Con el cambio constante, las actitudes también cambian. Las actitudes más comunes ante el proceso de innovación tecnológica son: Entender la revolución digital como condición para liderar el cambio; contribución de los medios de comunicación al proceso de integración regional y a la preservación de la paz. Estas actitudes serían las más apropiadas para un profesional, sin embargo no son vistas así en el sector educativo y no hay políticas claras en estos aspectos. Quizá por esto sea perceptible por la gran mayoría los aspectos negativos de las nuevas tecnologías, ya que quienes rápidamente utilizan la nueva tecnología son delincuentes.

Se habla de revolución digital, la cual para que deje de ser una promesa hay que conocer críticamente y aplicar creativamente las nuevas tecnologías, que éstas pueden contribuir a la integración regional, a la paz, a la defensa de nuestra lengua común y a extender el acceso a los bienes culturales. Y hay que añadir que para apropiarse de la tecnología hay que proceder con prudencia y sobriedad.

Una nueva era marcada por la revolución digital que trae consigo respuestas contradictorias en la población. Los más avezados las aprenden y utilizan con rapidez insertándolas en su cultura y reformulándose como individuos. Otros, los más extremistas, conservadores y confiados en que todo pasado fue mejor, califican a las nuevas tecnologías como los monstruos de la modernidad, huyen de éstos y promueven la limitación de los mismos, inclusive los prohíben; les es difícil asimilarse a los cambios culturales que las nuevas tecnologías generan. Esto se observa claramente en las instituciones educativas de nuestro país, tanto a nivel básico como a nivel superior; puedo dar fe de ello, pareciera que los cambios han sido tan rápidos que los profesionales todavía titubean en si cambian o no, si toman o no las nuevas herramientas. Tal desafío los atormenta. Concuerdo además con los tres tipos que en este nuevo contexto son propuestos por Umberto Eco: el borracho, abstemio y catador.

Un buen profesional no teme a los desafíos. Y el desafío profesional no consiste solo en adaptarse al cambio o utilizar con naturalidad un nuevo lenguaje. Se exige comprender y controlar las nuevas características de los medios y de la comunicación pública. Esto significa además, ser protagonista de la revolución tecnológica, no simples espectadores de la misma. Desafío al fin y al cabo, las exigencias son altas ya que es requisito un constante aprendizaje al ritmo del avance tecnológico y a la vez la facilidad de producir contenidos mediante el uso de los nuevos instrumentos.

Si bien, la transmisión de información se considera clave de la comunicación en la era analógica; en la era digital, la clave es la producción de contenidos, es decir, los profesionales son “prosumidores”.

Y nosotros, los comunicadores como profesionales, ya no se nos define por el medio en el que trabajamos sino por los asuntos acerca de lo que sabemos. Las nuevas tecnologías facilitan el flujo de la información, superan la distancia y el acceso es tan simple que no manejar información así como producirlo es imperdonable.

El poder en la era digital consiste en el control del conocimiento. Las comunidades se van conformando en torno a él y a sus afinidades particulares. Superando los límites internacionales, la comunicación se reafirma donde el conocimiento es lo más importante. Por ello, es interesante ver como la comunidad hispanohablante es el grupo con mayor crecimiento en internet.

Guerrero hace mención a la estructura del poder de la siguiente forma: 1) Poder económico, 2) Poder de Medios de Comunicación, 3) Poder Político. Este orden sugerido establece que el poder económico es necesario para acceder a las innovaciones tecnológicas, las cuales una vez adquiridas se convierten en poderosos instrumentos de los medios de comunicación o en ellos mismos, y esto influye en el orden político y social. De esta forma, es posible presentar, representar y transformar la información.

Las tecnologías de información y comunicación son una poderosa herramienta en la presentación, representación y transformación de la información, que un comunicador no debe obviar en cualquiera de sus facetas; más allá del medio, lo importante es el control de la información y la creación de contenidos. Por supuesto, la ética es sumamente importante, ya que todos sabemos la gran cantidad de desinformación que fluye en el internet y que la regulación de las nuevas tecnologías, de la cual mucho se discute, poco se ha formulado, permitiendo cierto desorden y el acceso criminal.

BIBLIOGRAFIA
Cely Alvarez, Adriana M. Elementos para caracterizar los nuevos medios de comunicación.
Orihuela, José Luis. Promesas de la era digital.
Marqués Pere (2009). La alfabetización audiovisual.
Guerrero Castro, Francisco. La importancia de las nuevas tecnologías de la información.
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