Un Blog sobre comunicación, mensajes y medios.

miércoles, 30 de septiembre de 2009

1º DE OCTUBRE: DIA DEL PERIODISTA PERUANO

Estoy muy interesado en el progreso y avance del periodismo, después de haber dejado parte de mi vida en esa profesión, la recuerdo como una noble profesión de inigualable importancia por su influencia.
Joseph Pulitzer

El periodismo mantiene a los ciudadanos avisados, a las putas advertidas y al Gobierno inquieto.
Francisco Umbral


Glorificar a un periodista es cosa extraordinaria para muchos peruanos con “poder”. Pocas veces querido, escasamente galardonado, respetado en apariencia; innumerables calificativos reciben nuestros periodistas de parte de quienes ven amenazados sus intereses. Inclusive, el Congreso interviene para exigir “transparencia”, pues principalmente son los congresistas los más observados por el ojo crítico del periodista ágil y locuaz.

Por el contrario, a favor de los intereses de los “grupos de poder”, no solo somos bienvenidos, se nos busca con muchas expectativas, pero con el típico trato de “quien se vende a bajo precio”. Y ciertamente, ésta es la realidad en muchas de nuestras provincias. En ellas, muchos de nuestros periodistas no conservan la dignidad, la pierden en el camino por llevar un pan a la boca. Ser periodista tiene una alta carga de negativa reputación. Después de todo, es preferible infundir temor, y nuestros servicios están “en oferta” al mejor postor, quien a modo de “mecenas” nos ayudarían a sobrevivir. Lima, por supuesto, no es ajena a esta situación. Todo el período de extenso “gobierno” de Alberto Fujimori nos brindan muchos ejemplos.

Un periodista es aquél que ejerce el periodismo, haya sido educado en ello o no. El periodismo es la captación y el tratamiento escrito, oral, visual o gráfico, de la información en sus diversas formas. Nuestra actividad profesional consiste en recolectar, sintetizar, jerarquizar y publicar, información que refiere a la actualidad. Para realizar esta tarea, consultamos fuentes verificables o recurrimos a nuestro propio testimonio de los hechos.

Se reconoce el Día del Periodista Peruano durante el gobierno del General Manuel Apolinario Odría, un 1º de octubre de 1953. Se instituye nuestro día mediante Decreto Supremo 2521 y es Ley 25001 desde el 21 de enero de 1989, durante el primer gobierno del actual presidente Alan García Pérez.

Un 1º de octubre apareció el Diario de Lima, primer diario del Perú y América, fundado por Jaime Bausate y Mesa (en realidad Francisco Antonio Cabello y Mesa), personaje excepcionalmente orgulloso que tuvo que exiliarse a Francia en 1813 por afrancesado, pero también periodista que empezó en el Diario de Madrid antes de crear el Diario de Lima. También, un 1º de octubre de 1980 por Ley 23221 se crea el Colegio de Periodistas.

Y si se preguntan cuál fue el primer periódico en el mundo, este fue el “Acta Diurna” que Julio César colocó en el foro romano en el año 59 AC, a modo de boletín informativo con los acontecimientos oficiales del gobierno. César añadió además, el Acta Senatus, un boletín privado con los acontecimientos del Senado. De esta forma, las noticias del gobierno podían ser revisadas por un público en general.

Se dice que ningún periodista es realmente “amigo” de alguien. Si nos vemos honestamente, no tenemos por qué representar ajenos intereses que no correspondan a la verdad y a la justicia. Y si se nos quiere como “amigos”, tal amistad debe darse en tiempos de “paz” y no de “guerra”. Nada más reprochable que buscarnos para escapar de una crisis mortal. Tengan por seguro que seremos los primeros en empujarlos al abismo.

Para ser periodista hay que amar el riesgo. Esta profesión no se hizo para temerosos, requiere de coraje, iniciativa, creatividad, buen sentido de la oportunidad, nobleza de corazón y la firme convicción de que su labor puede orientar y dar luz en medio de la oscura confusión que muchas veces gobierna en nuestra sociedad. Aunque esquivo “el pueblo” en reconocer esta sacrificada tarea, el periodista leal a sus principios y a su compromiso, no se deja vencer por la ignorancia, ni la pasiva y lenta justicia que le juzga sin piedad.

Saludo a todos aquellos periodistas que defienden esta noble labor día con día, con el ahínco de quien persigue develar los misterios para ayudar a construir una sociedad más justa, con la pasión que les permite afrontar con fe todo encuentro y desencuentro con los diversos intereses de grupo a quienes estorbarán más de una vez.

Recordemos siempre que las personas son consumidoras de periodismo. Somos mucho más que necesarios en la vida de nuestro Perú.


¡Feliz Día del Periodista Peruano!

¡Vivan las mujeres y hombres de prensa del Perú!

miércoles, 23 de septiembre de 2009

EL MANEJO DE LA OPINIÓN PÚBLICA

La conciencia se convierte en opinión o crea una imagen de la realidad que exige ser verdad. La opinión puede diferenciarse de opinión pública, pues en sí misma no exige instrucción y propiedad, solo es la manifestación de hábitos o costumbres que han de ser examinados críticamente por la opinión pública, para luego ser considerados por ella como prejuicios.

La opinión pública requiere de quienes la expongan y estos dignos exponentes son los fisiócratas, a los que se tendrán como verdaderos representantes del público raciocinante, es decir, ese público instruido capaz de crear opinión pública. Es de ellos de quienes arranca la opinión pública, y de aquellos grupos que no siendo instruidos pero que al participar de la opinión pública actúan de contrapoder.
Emitir una opinión entre familiares y amigos es diferente a encontrarse en una reunión de personas ilustradas, donde una inteligencia ha de devorar a la otra en la emisión de nuestras opiniones.
Conceptos como el orden natural, el orden social y la posición política se contrastan en la opinión pública. Se tiene por ejemplo que la máxima autoridad del orden social tiene por encargo la custodia del orden natural y que el manejo de la opinión pública le brinda la comprensión de las leyes de ese mismo orden, proporcionándole de esta forma las estrategias competentes para mantenerse en el poder.

De esta forma, la opinión pública es resultado de la reflexión común y pública sobre los fundamentos del orden social, que no llegando a ser dominante por corresponder al orden natural de las cosas, obliga a toda persona ilustrada a seguir la visión propuesta por semejantes reflexiones. ¿Y cómo estas reflexiones participan de la voluntad general?. La estrategia para este fin no recurre a la fortaleza de las argumentaciones, sino más bien, a un consenso propio de las emociones, principal ingrediente de las costumbres. Por lo tanto, la sociedad que ha de ser bien gobernada será aquella donde sus leyes coincidan indefectiblemente con sus costumbres.

Por otra parte, el lujo es capaz de corromper lo simple y deviene en el sometimiento de unos grupos a otros, así como todos están sometidos a la opinión pública, siendo eficaz el uso competitivo de la lengua, facilitada por la prensa y los discursos. Estos sometimientos se expresan en las funciones de la opinión pública: el control social y la función legislativa.
Sobre el uso de la palabra y el consenso emotivo de los públicos, éstos son herramientas utilizados por la publicidad a través de los debates o asambleas públicas, asegurándose que a mayor arraigo de esta costumbre, lo dañino para una sociedad pierde fuerza, siempre en cuando estos medios sean dirigidos por una autoridad. ¿Todos estamos llamados a ser publicistas, a dirigirnos al público del cual formamos parte, por medio de mensajes sin importar el canal?.

La finalidad general del público es la felicidad y el bienestar, para ello la publicidad es necesaria tanto en el derecho como en la política; la publicidad en si misma es la promesa de felicidad en los mensajes políticos, y mediante ella, el dominio de las leyes se encontraría garantizado. La voluntad de felicidad y bienestar es preservada por la publicidad, su prohibición impediría el progreso de un pueblo o grupo.

Las diferencias socioeconómicas de los grupos obran sobre la opinión pública también, al percibirse un marcado conflicto de intereses, por lo que no se podría hablar ya de un interés común, determinando el que las opiniones sean solamente subjetivas. La existencia de una identidad de situación y de actividad profesional permite identidad de inclinaciones, padecimientos y prejuicios, por lo tanto de intereses en común, diferentes al de otra identidad. Viéndose a la opinión pública como poder, implica el dominio de la masa y de los poco ilustrados.

Dos tendencias se ven en la llamada “decadencia de la publicidad”: su penetración en todas las esferas de la sociedad y la pérdida de su función política porque todo hecho público estaría bajo el control de un público crítico.

Pese a lo sostenido, la publicidad no entraría en decadencia, quizá no persiga los fines benignos que preocupaba a nuestros ilustres filósofos, pero no deja de ser la expresión social de alguna opinión de grupo. El manejo de la opinión pública en nuestro país es escaso, se escapa de manos de las autoridades y de aquel grupo instruido supuestamente capaz de manejarla. Si esto es característico de la modernidad, podríamos asegurar que la opinión pública merece mayor atención que nunca y que es parte de nuestra responsabilidad social y política el conocerla mejor para saber orientarla mejor.
¿Quiénes manejan la opinión pública?, ¿la maneja el jefe de estado, los medios de comunicación o “el pueblo”?, ¿qué grupo de poder defiende sus intereses frente a la opinión pública, cómo las encubre?.
¿Está la opinión pública en nuestro país manejada por los poco ilustrados o por la gran mayoría de poco ilustrados?.

martes, 15 de septiembre de 2009

RELACIONES PÚBLICAS Y ADMINISTRACIÓN DE LA CONTROVERSIA


El profesional de Relaciones Públicas
no es únicamente un comunicador,
es una especie de moderador,
que trabaja tratando de prevenir, evitar
o estar preparado ante contingencias críticas”
David Finn

Las Relaciones Públicas consisten en lograr que las organizaciones formales, sean éstas lucrativas o no, desarrollen una conducta social correcta, que como consecuencia obtendrán la aceptación pública. En este contexto, el papel del relacionista público trasciende el rol de un comunicador, pues tenemos potencialidad para ayudar a tomar decisiones para el mañana de estas organizaciones.

El relacionista público tiene necesidad de establecer actitudes y opiniones, resultantes de los debates sobre temas controvertidos de interés colectivo para lograr la armonía a nivel organizacional y social. Es representante de los públicos frente a los gobernantes o alta dirección para llevarlos a un área de “entendimiento común” y así promover la propuesta de soluciones entre las partes implicadas. El relacionista contribuye de esta manera a que se pongan de acuerdo en la solución. Administrar la controversia es administrar intereses en desacuerdo. La tarea del relacionista es promover el equilibrio.

Las organizaciones no pueden ni deben aislarse, necesitan la interrelación con la comunidad y corresponde al relacionista esa gran responsabilidad social, la de relacionar de manera positiva e integral a las organizaciones con el público al cual se deben.

El relacionista público deberá gerenciar la controversia y planificar la atención de las posibles crisis. El reto es propiciar la expresión de la opinión. Si no se diera la controversia no habría público. La crisis debe ser vista como oportunidad para generar cambios. Los problemas que conllevan a una crisis se deben frecuentemente a falta de información, donde la acción del relacionista público es de urgente necesidad para que el conflicto sea resuelto por las partes.

Hay que identificar cuál es la controversia, conflicto potencial o crisis que puede devenir en peligro. Prevenir es importante. Para ello, el relacionista público debe tener acceso a los niveles empresariales más altos y a la mayor información posible. Esto implica además la utilización efectiva y permanente de los medios de difusión para crear un concepto positivo y cuando ocurra un hecho negativo.

Los problemas controversiales se resuelven de una forma más eficaz cuando son los propios integrantes del equipo los que inician los cambios necesarios. De esta forma, el relacionista se convierte en el administrador del proceso.

Sobre el conflicto existen tres posiciones: la primera, se debe evitar el conflicto por sus efectos en el grupo; la segunda, el conflicto es resultado natural e inevitable de cualquier grupo, que puede convertirse en fuerza positiva; finalmente, el conflicto puede ser una fuerza positiva donde cierto grado de conflicto es necesario para que el grupo de desempeñe con eficiencia.

Las relaciones públicas como administradoras del proceso del consenso, cuidan de no llegar a posiciones irreconciliables o irracionales, pues, han de crear el escenario adecuado para el debate, provocando y orientando la controversia, suministrando información y programando el seguimiento necesario.

Al administrar la controversia mediante planes, ha de existir la negociación como proceso para conocer e identificar las necesidades de la otra parte, para lograr satisfacer éstas en la mayor medida posible y alcanzar un rápido acuerdo. Solo la negociación ha de ser ineficaz cuando se tengan objetivos mal planteados y necesidades mal identificadas, dogmatismos en el planteamiento de las ideas, actitud de vencedores o vencidos, personalismos y protagonismos, metodología ausente o defectuosa, emotividad sobre racionalidad, falta de creatividad.

Las relaciones públicas tienen la misión de procurar una racionalización de la opinión pública. El público es motivado por la razón más que por la emoción o la superstición cuanto más informado esté.

La Auditoría Social se inscribe dentro de la estrategia de las Relaciones públicas, donde el relacionista tiene la responsabilidad de motivar en las empresas la realización de ésta, la que deriva hacia la Auditoría de Comunicación, como método dedicado a medir la eficacia interna y externa de las comunicaciones de la organización.

martes, 8 de septiembre de 2009

LA GLOBALIZACIÓN A FAVOR DE LOS DERECHOS HUMANOS

Pensar en la globalización a favor de los Derechos Humanos nos enfrenta a la dinámica que actualmente existe entre el modelo macroeconómico de dominación y uno de sus más eficientes y funcionales discursos de legitimación. La tarea nuestra es observar a los Derechos Humanos a través del rol emancipador a cumplir.

Contextualizar la globalización involucra analizar la relación que actualmente existe entre ella y la trama política, cultural, económica y social, de nuestro último siglo y de los violentos comienzos del siglo XXI. La globalización es un término polisémico y pluridimensional y que, como proceso dinámico, nos conduce a definiciones procedimentales. Por ello, la podemos ver como un proceso histórico de transformación económica, tecnológica, institucional y social. ¿Supondrá esto que mientras más se globalizan las relaciones jurídico-económicas, más se fragmentan las manifestaciones sociales, laborales y culturales, en las cuales aquéllas han de desarrollarse?, ¿producirá además una relación desigual entre aquéllas y éstas?.

Podemos entender a la globalización entonces como un proceso de reconfiguración del mundo, donde se construye un nuevo orden mundial. Pero, tendríamos además que diferenciar del proceso de globalización los procesos de mundialización y los de internacionalización.

La mundialización sería el proceso de colonización en el cual se cierran las fronteras y se forman los Estado-Nación, mientras que la internacionalización permitiría simbólicamente la apertura de los Estados-Nación para relacionarse entre ellos y establecer cooperaciones internacionales. En cambio, la globalización o transnacionalización sería aquel proceso en el cual se pone en crisis al Estado-Nación, ya que no se habla de una relación interestatal sino transestatal donde no hay apertura de fronteras sino desaparición de éstas o, al menos, permeabilidad de las decisiones políticas y económicas y desterritorialización de las relaciones sociales en general que se extiende a todos los aspectos de la realidad social, económica, política y cultural.

La globalización como una nueva etapa histórica del capitalismo moderno y del sistema geopolítico mundial que implica el triunfo definitivo del capitalismo desarrollado globalmente y de su ideología política el neoliberalismo político y económico conlleva un ajuste estructural que implica la privatización y la disminución del papel del Estado Social y la hegemonía de los conceptos neoliberales en materia de relaciones económicas, impulsando la tendencia generalizada en el mundo a la democratización, al Estado de Derecho con economías liberales y a la aparición de actores supranacionales y transnacionales promotores de la protección de los derechos del hombre como las organizaciones no gubernamentales.

Dentro de este escenario encontramos que los Derechos Humanos se han globalizado, pero he aquí una importante tensión ya que la política de Derechos Humanos es una política cultural y hablar de cultura nos remite a diferencia, a particularidad, a identidad, a hombre situado.

Existirán entonces determinados factores, ideologías, modelos, personas que son los que se globalizan, mientras otros se marginan. Podemos decir que se globaliza la democracia representativa formal, pero sólo en su faz política y no social ni económica. Se globaliza un modelo de Estado mínimo, de Estado privatizado, de democracia formal compatible con el libre mercado y las políticas neoliberales, y se marginan otras formas de gobierno y de Estado, como el Estado Social de Bienestar.

Se globalizan las fronteras de los capitales y el dinero, pero no se globalizan las fronteras para las personas, o, mejor dicho, para todas las personas con independencia del color de su piel, de su situación social y económica, de su religión, de su raza, con lo que se genera un nuevo tipo de apátridas, emigrantes económicos, carentes de identidad como consecuencia de su falta de competencia económica y de su imposibilidad para acceder a los mercados de consumo.

La globalización así vista es un modelo de dominación que abraza la ideología neoliberal capitalista que presupone un modelo de democracias y de Estados de Derecho que van de la mano de economías liberales que se presentan con discursos de defensa de los derechos del hombre, pero con políticas desde las que no sólo es imposible la defensa de la vida y de la humanidad, sino que muchas veces configuran flagrantes violaciones a los mismos.

Un modelo de globalización con pretensión de universalidad, pero que impide la universalización de la satisfacción de las necesidades básicas de millones de seres humanos, aumentando inexorablemente las desigualdades económicas mundiales. Una globalización que esclaviza la vida de millones de seres humanos pobres (latinoamericanos, africanos, árabes, orientales, europeos del este, aborígenes) que trabajan en condiciones infrahumanas y alejados de la posibilidad de poder acceder a los beneficios del primer mundo, ya que la globalización no globaliza las fronteras para que las cruce el inmigrante pobre.

Plantear los Derechos Humanos como una ética globalizada que se configura en el ámbito social y público como un modelo ético de convivencia que actúe sin pretensión de globalizarse o universalizarse puede parecer utopía, ya que un sistema de Derechos Humanos con discurso emancipatorio y reivindicatorio es incompatible con un contexto de globalización que sólo los entiende como derechos liberales, individuales y universales.

Igualmente, cuando se rechazan derechos porque atentan contra la libertad, aún cuando estos sean los derechos sociales, económicos y culturales, se impone una prioridad de la libertad de mercado sobre una libertad real para todos, y significa en la práctica la legitimación de la explotación de los seres humanos y de la naturaleza, incrementando aún más las diferencias.

¿Cómo entender la democracia como plataforma para la reivindicación de Derechos Humanos en pueblos que no pueden pensar cívicamente porque tienen el estómago vacío, pueblos diezmados por deudas externas que asfixian sus débiles economías, y por gobiernos corruptos, dónde los que los ayudan humanitariamente son los mismos organismos que los hunden en la miseria y el descontrol?. ¿Cómo concebir a la democracia como plataforma de emancipación, cuando nos referimos a democracias prestadas a los países pobres sin condiciones para un real ejercicio de la ciudadanía?.

La democracia quizá sea un componente necesario pero no suficiente para el desarrollo social, y necesita ser complementado con derechos sociales que garanticen calidad de vida y para que funcione realmente como principal fuente de oportunidades sociales.

martes, 1 de septiembre de 2009

EL MENSAJE RELIGIOSO EN TELEVISIÓN–PAX TV

Ninguno es ajeno a la polémica programación de nuestra televisión peruana, en especial en horario nocturno, donde el rating es alto por la elevada audiencia que con expectativa recurre al “amigo televisor” después de un día de trabajo, poco antes de irnos a dormir.

Como cualquier otra persona, día a día acudo a este singular amigo para escuchar su mensaje, el cual siempre espero sea valioso para un espíritu tan inquieto como el mío, en aquél espacio temporal donde ansío olvidar todo lo relacionado al trabajo.

Sin CABLE, debo escoger entre los canales disponibles. Noticias, comedias, o debería llamarlas “novelas” y... Magaly. Justamente su programa, que en rating es “el programa” representa una mezcla de los géneros mencionados en su papel de "magazine". Pero, hasta MAGALY cansa.

Cansada y curiosa encontré algunos canales más. Entre los cuales, hallé el canal 17; así le conocí y con ese número le bauticé en mis preferencias, sin siquiera preocuparme que se tratara de PAX TV.

¿Cómo fue que se convirtió en el preferido para mí en ese horario? En medio de tanto caos, una mente cansada pero receptiva requiere “paz” y “un ejemplo a seguir”. Esta sea quizá la explicación psicológica que hallé para que dos personas desde la primera ocasión reincidieran día a día a ver las películas que en aquel horario se colocaban en el canal 17. La explicación racional la hallo en que ningún otro canal programaba una película atractiva, pero aún siendo así, ninguna película podría haber sido “tan buena” como las vistas durante este último mes. Todas me dieron mucho contenido que ayudaban a esclarecer los conflictos personales e inclusive conflictos institucionales del día. Momentos valiosos compartidos con mi hermana, cuya profesión y cargo es la administración de empresas, pero que al igual que yo, tenían una misma necesidad al llegar el final del día, algo de paz y reflexión.
Así empezamos. Cuando los fines de semana llegaron, aburridas de observar programas repetidos del canal 7, optamos por ir al canal 17 y encontramos cortos con mensajes gratos, bien narrados. ¿Cuándo cambiábamos de canal? Cuando veíamos misa. Entonces, o nos quedábamos con algún canal con lo menos aburrido, o -al menos yo- tomaba un libro. Valga la sinceridad, ya que respeto todas las religiones y las posiciones que sobre ellas podamos tener cada uno. Después de todo, Dios es solo uno.

El Domingo 30 de agosto, ví varias películas seguidas en ese canal. ¿Qué ví? La vida de Santa Rosa de Lima, la vida de San Martín de Porres, la vida del Padre Pío. Solo entonces, me pregunté quién había colocado películas capaces de alejarme de las "huecas noticias" promovidas durante la semana: PAX TV. Entendí que esta institución había emprendido un camino difícil, mas no imposible.

PAX TV impulsa esta programación de corte religioso. Programación necesaria, una opción infaltable dentro de todo el zoológico televisivo.

Pero, ¿por qué el discurso religioso en televisión funciona algunas veces y otras no?

Revisando material al respecto, encontré que:

“La televisión tiene una honda resonancia en la capacidad y en la necesidad de que la gente se sienta alguien y la gente se siente alguien en la medida en que se identifica con alguien, alguien en quien proyectar sus miedos, alguien capaz de asumirlos y guíarlos”.- Martín-Barbero

El discurso religioso versa sobre lo SAGRADO y TRASCENDENTE que busca lograr que como receptores podamos imaginarnos como una comunidad sentimental de sentido. Por ello, repercute en la construcción social de sentido religioso en nuestra sociedad por medio de la televisión, el cual expresa mejor mediante el ejemplo de vida de personajes religiosos tal discurso, a través de la sensibilización efectiva y estetización televisual de la experiencia religiosa.

Es interesante, además, saber que en los últimos años se ha incrementado el interés por los temas religiosos, según Debra Mason, director ejecutivo de la "Religion Newswriters Association", en un reportaje publicado en la revista Televisión Week.

PAX TELEVISIÓN tiene ya 12 años de fundación. La administración y gerencia del canal están a cargo de miembros de la Comunidad de Jesús, asociación de laicos católicos que a través de actividades y aportes voluntarios contribuyen al mantenimiento de la señal. Con un transmisor de 10 Kw. PAX TV llega a toda la ciudad de Lima. Su señal es también transmitida a través de Cablemágico, canal 33, llegando de esta forma a nuestras provincias. La producción, programación y operatividad lo realizan las "Misioneras de Pax Vobis", quienes sintiendo el llamado de Dios en la Comunidad de Jesús, decidieron dedicar su vida al ministerio de la comunicación.